Mécanisation de la production de karité
Le karité est un arbre d'Afrique subsaharienne, très commun dans la région du Kanso . Il peut mesurer jusqu'à 15 m de haut et vivre trois siècles. Ses fruits, appelés noix de karité, mûrissent en mai, une époque où la nourriture se fait rare. Ces noix sont riches en vitamines et minéraux et contiennent une amande riche en un mélange d'huiles et de graisses comestibles appelé beurre de karité.
Le beurre de karité est une ressource nutritionnelle de base pour des millions de ménages ruraux en Afrique. Il est également bien connu pour ses propriétés hydratantes, et est utilisé dans de nombreuses préparations cosmétiques et thérapeutiques pour le traitement de la peau. Depuis le 20e siècle, il existe un marché d'exportation. Au cours des dernières décennies, il est devenu un ingrédient très apprécié dans les meilleurs cosmétiques naturels.
Les femmes du Kanso, comme celles de nombreux villages subsahariens, fabriquent du beurre de karité à usage domestique comme matière grasse alimentaire et pour la vente. Ils le font à la main, suivant un processus traditionnel très laborieux qui est presque un rituel de la culture africaine.
Le processus de production commence par la collecte et la sélection des noix, qui sont ensuite lavées, cuites et séchées. Ils sont ensuite décortiqués pour en extraire les amandes, qu'ils lavent, sèchent et stockent. Plus tard, ils lavent les amandes, les laissent sécher, les écrasent, les grillent et les broient jusqu'à obtenir une pâte brune. Ils pétrissent la pâte brune et la battent avec de l'eau chaude, obtenant une pâte blanchâtre, qu'ils lavent et font bouillir pour obtenir une huile. L'huile filtrée, lorsqu'elle sèche, se solidifie en un beurre blanc, beurre de karité. Toutes ces tâches sont très dures et fatigantes, puisque les femmes les exécutent manuellement, faute de moyens (vidéo).
Ce projet consiste à aider les femmes du Kanso à produire du beurre de karité en plus grande quantité et qualité, afin qu'elles puissent tirer davantage de revenus de sa commercialisation, et ainsi contribuer à l'autonomisation des femmes et au développement du village.
Pour ce faire, nous avons prévu deux lignes d'action: mécaniser au maximum les tâches de décorticage et de broyage, et former les femmes.
Qué estamos haciendo
Este año la recogida de nueces de karité en Kanso ha ido muy bien. Tradicionalmente, las mujeres recogen las nueces y las venden a compradores de países vecinos, como Costa de Marfil o Burkina, que a su vez las revenden a las grandes compañías productoras de crema de karité. Con este sistema las mujeres ganan muy poco, ya que estos mayoristas se las compran a precios bajos, aprovechándose de que, si no se las venden a ellos, no tendrán salida.
Si bien muchas mujeres de Kanso optaron este año por venderlas para obtener un dinero más fácil, una veintena de ellas optaron por unir su cosecha y producir manteca de karité con la ayuda de las instalaciones de este proyecto (fotos). Esta veintena de mujeres, dirigidas por Catherine, nuestra formadora, han obtenido más de 100 kg netos de manteca de karité de gran calidad. Estiman que podrán venderla a 3.000 CFA/kg, lo que significa casi 500€ en total, toda una fortuna para ellas.
Estimamos que este año las mujeres han recogido, entre todas, un total de 4 toneladas de nueces. Para producir 100 kg de manteca de karité se necesitan entre 1 y 3 toneladas. A mayor calidad de las nueces, menor cantidad de ellas se necesita. En la zona de Kanso hay muchos árboles de karité, y la calidad de las nueces es muy alta, así que a las mujeres que decidieron producir los 100 kg de manteca les bastó con una tonelada de nueces recogidas.
Cómo va este proyecto
Formación concluida, máquinas instaladas, mujeres tratando las nueces
Lo iniciamos en
Enero 2020
Datos económicos
- Invertidos unos 50.000 eur para maquinaria, almacén, muro de protección de las instalaciones y formación
Actualizado: marzo 2024
Qué hemos hecho ya
2016-2019
Las mujeres de Kanso nos piden ayuda para la producción de karité desde que visitamos el poblado por primera vez. Durante estos años estuvimos buscando una colaboración que aportara el know how necesario para emprender este proyecto. Esto llegó con el apoyo de ONU Femmes, la organización de las Naciones Unidas dedicada a promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres.
Enero 2020
Nos reunimos con las mujeres y hombres del poblado para confirmar su implicación en el proyecto. En Bamako, nos entrevistamos con ONU Femmes para hablar de su posible participación. Consideraron este proyecto muy positivo para el desarrollo de la economía local. La responsable de ONU Femmes en Mali, Mme. Sangaré, nos dijo que estudiarían la posibilidad de aportar ayuda financiera, además de formación a las mujeres.
Febrero 2020
Estudiamos la adquisición de una máquina descascarilladora y una máquina de moler las almendras. ONU Femmes sugirió que la máquina descascarilladora funcionase con energía solar. No obstante esto encarecía muchísmo el proyecto. La máquina de moler, en cambio, no era costosa.
Mayo 2020
Contratamos a un técnico, Mr. Coulibaly, para la formación a las mujeres y la supervisión del proyecto sobre el terreno (ONU Femmes nos presentó al técnico, pero lo financia Ecos de Mali). Acordamos un presupuesto para el proyecto, de unos 20.000 eur, que incluía los honorarios del técnico, la construcción de un almacén para la maquinaria, y la adquisición de la maquinaria. Encargamos a una empresa de Niéna la máquina descascarilladora y la máquina de moler almendras (las montan bajo demanda). Optamos finalmente por máquinas que funcionan con gas-oil, en vez de energía solar, ya que así son transportables, y de este modo se podrán usar en el futuro en otros poblados de la zona.
Junio 2020
El técnico que contratamos impartió una primera formación a las mujeres sobre la recolección y el tratamiento inicial de las nueces (informe, fotos).
Julio 2020
Completamos la construcción de un almacén de 50 m2 para las máquinas, depósitos y utensilios (fotos). Paralelamente, encargamos a una empresa de Niéna el montaje de una máquina descascarilladora y una máquina de moler.
Agosto 2020
Las mujeres de la cooperativa estuvieron recogiendo y tratando las nueces (fotos), tarea que se realiza de junio a septiembre. Fijamos como objetivo que cada mujer recolectara 200 kg de nueces. Dado que eran 80 mujeres, la idea era que recogieran y trataran 16 toneladas métricas de nueces en total. La previsión era, por un lado, vender la mitad de las nueces ya tratadas a un comerciante de la zona, lo que les proporcionaría unos ingresos de 200.000 CFA (unos 325 eur). Por otro lado, con la otra mitad de las nueces, estimamos que las mujeres elaborarían unos 2.700 kg de manteca de karité, con cuya venta previmos podrían ingresar alrededor de 2.000.000 CFA (3.250 eur).
Noviembre 2020
Aunque ese año los árboles de karité no dieron muchos frutos (fotos), las mujeres de Kanso estaban muy ilusionadas con el proyecto. Concluyeron los cursos de formación que les impartió el técnico que contratamos (fotos, informe). A principios de octubre, llegaron las máquinas que habíamos encargado: una para descascarillar las nueces y otra para moler las almendras. Las instalamos en el almacén que construimos en julio, tras pintarlo. Hubo una ceremonia de inauguración de las instalaciones con la presencia de varias autoridades regionales. No te pierdas estas fotos de una de las sesiones prácticas de formación, donde se ven varias de las fases que las mujeres siguen para procesar el karité. Las máquinas les permitirán agilizar mucho estas tareas, que antes tenían que realizar trabajosamente de forma manual.
Julio 2022
Construimos un muro para proteger las instalaciones. Se pintó más tarde, tras la época de lluvias. Estimamos que el volumen de nueces sería inferior al del año pasado, como consecuencia de la sequía de los últimos meses.